LAS DIOXINAS
Las policlorodibenzodioxinas son los productos químicos más tóxicos sintetizados por el hombre. De las 75 clases de dioxinas, la más tóxica es la TCDD. Son muy estables. Permanecen en el aire, el agua y el suelo cientos de años, resistiendo los procesos de degradación físicos o químicos.
Comenzaron a producirse en la década de 1930. Sus usos más frecuentes estaban en el campo de los aislantes y refrigerantes en baterías y transformadores. No se trata de un producto industrial, sino de un subproducto químico al elaborarse otros.
La exposición humana puede producirse por ingestión, por inhalación o por absorción percutánea, en la utilización de algunos jabones o el contacto con aguas contaminadas. Son lipofílicas: se acumulan en tejido adiposo. Se metabolizan y se eliminan lentamente. La vida media de en los humanos oscila entre los 7 y los 8 años. Se calcula que en 40 años se llega a un equilibrio dinámico entre ingesta y eliminación
fecal.
La historia de los efectos de las dioxinas en la salud humana comienzan a detectarse en 1949 con una explosión ocurrida en la planta química de Monsanto en Nitro, Virginia EE UU, donde fabricaban el herbicida 2,4,5-T, que estaba contaminado con dioxinas. Sin embargo, estas sustancias son quizás más conocidas por la exposición de los soldados americanos y de la población vietnamita durante la Guerra de Vietnam entre 1962 y 1971, al Agente Naranja, mezcla de los herbicidas 2,4,5 -T y 2,4-, contaminado con dioxinas. La superficie destruida llegó al millón y medio de hectáreas.
El 10 de julio de 1976 se produjo un accidente de una planta de fabricación de tricloroetano con destino a la industria cosmética. La instalación se encontraba próxima a la localidad italiana de Seveso. El incidente provocó el escape de únicamente 2 kilos de gas. Se produjo una gran nube que liberó al ambiente miles de gramos de dioxinas.
Décadas después del accidente, que mató a 73.000 animales domésticos y obligó a la evacuación de 700 personas, se siguen documentando aumentos en la frecuencia de hemopatías y linfopatías malignas entre la población afectada.
La Universidad de John Hopkins publico en su Boletín con carácter de importante que los compuestos de la Dioxina causan cáncer, sobre todo el cáncer de mama. Recomendaban no meter las botellas (de plástico) de agua en la nevera, ya que esto libera la dioxina del plástico.
El Dr. Edward Fujimoto del Hospital Castle fue entrevistado para la televisión y explicó los aspectos de esta amenaza para la salud. Él es gerente del Programa de Bienestar en el hospital. Estuvo hablando de la dioxina y lo peligroso que es para el hombre. Dijo que no debemos usar recipientes ni vajilla de plástico para calentar nuestros alimentos en el microondas. Sobre todo, los alimentos que contienen grasa. Explicó que la combinación de grasas, temperaturas elevadas y plástico, libera la dioxina en forma de vapor que se introduce en la comida y en última instancia, en las células de nuestro cuerpo.
La dioxina es carcinógena y altamente tóxica para las células del cuerpo humano.
Recomienda que usemos recipientes y vajilla de vidrio, Pyrex (cristal templado), o cerámica para calentar la comida.
Obtienes los mismos resultados sin la dioxina. Así que los alimentos tipo comidas preparadas y congeladas y sopas instantáneas, etc., tienen que sacarse de su empaque original y calentarse en otro tipo de recipiente. No es que el papel sea malo, sino que no sabes qué cosa le pusieron al papel simplemente es más seguro usar cristal templado, Pyrex, etc. Además, tomen nota: Cuando se tapa la comida con Kleen-Pack o Ega-Pack (plástico autoadherible en rollo) cuando está muy caliente, el plástico verdaderamente deja caer gotas cargadas de toxinas venenosas sobre la comida. Substitúyelo por toallas de papel absorbente.